martes, 4 de septiembre de 2012

Auschwitz en Tucumán: Así luce hoy el ex CCD Arsenales Miguel de Azcuénaga

El Compañero de A.P.I.E. Juan Pablo Flores logró una descripción detallada del lugar con testimonios de un ex detenido. 



AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Juan Pablo Flores.  

AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Martín Kraut.

AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Juan Pablo Flores.

AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Juan Pablo Flores.

AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Martín Kraut.

AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Juan Pablo Flores.

AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Juan Pablo Flores.

AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Martín Kraut.

AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Juan Pablo Flores.

AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Juan Pablo Flores.

AUSCHWITZ EN TUCUMÁN. Foto de Juan Pablo Flores.


Si a alguno le cabía alguna duda de que Auschwitz existió en nuestra propia provincia, ahora no le quedará más remedio que reconocer ésta verdad irrefutable: debido a que al menos 15 cadáveres fueron encontrados en los últimos días en una fosa común de inhumación en la ex Compañía de Arsenales Miguel de Azcuénaga, lugar donde funcionó uno de los Centros Clandestinos de Detención más importante del país durante la última dictadura militar en Tucumán.
Los esqueletos encontrados se encuentran parcialmente quemados, ubicados en diferentes profundidades y con distintas orientaciones, en la mayor parte de los casos dispuestos en relación anatómica. Además, como elementos asociados a los restos óseos se hallaron proyectiles de armas de fuego, restos de ropa y calzado.

Descripción detallada de la “Compañía de Arsenales Miguel de Azcuénaga”:

La construcción principal del campo tenía unos 55 metros de lado, aproximadamente. 
Estaba rodeada de una alambrada de púas de 2,50 m de altura y paralela a ésta, a unos 5 m de distancia, otra alambrada del mismo material y altura. Entre ambas había guardias con perros. En uno de los ángulos del cuadrado había una torre de control, de madera, para la vigilancia de todo el centro. En cada uno de los ángulos del predio había una casa prefabricada de madera, de un solo ambiente, con una superficie de 16 metros cuadrados.
Eran utilizadas como salas de tortura; en su interior había un elástico de cama para atar a los prisioneros, una mesa y dos o tres sillas.
En el centro del cuadrado, dos viejos polvorines separados entre sí, por unos diez metros de distancia. Eran dos contrucciones de mampostería, cuyas superficies interiores, paredes, techos, pisos, estaban recubiertas con brea. 
Cada uno medía aproximadamente 20 m de largo, por 5 m de ancho y 3 m de alto. En estos polvorines había compartimientos estrechos de 1,20m de alto por 1,50 m de profundidad y 1 m de ancho. En el polvorín más al norte, los tabiques eran de madera, en el otro, donde se alojaban los detenidos, de mampostería. En el polvorín ubicado hacia el sur, había dos baños, una cocina y otra habitación.
"Una vez vi cómo un detenido desnudo era enterrado vivo, dejándole solamente la cabeza afuera del pozo, apisonando la tierra después de mojarla para compactarla; esto duraba 48 horas. Ocasionaba calambres muy dolorosos y afecciones a la piel. En dos oportunidades presencié fusilamientos en este campo, el que efectuaba el primer disparo era el GeneralAntonio Bussi. Después hacía participar en el mismo a todos los oficiales de mayor jerarquía. El lugar de las ejecuciones estaba ubicado a unos 300 ó 400 metros de la Compañía de Arsenales, monte adentro. Se tendía un cordón de seguridad a los 20 metros y otro a unos 100 metros del lugar. Los disparos se hacían con pistolas calibres 9 mm ó 11,25 mm, siempre entre las 23 y 23.30 horas. Cada quince días se asesinaban entre 15 ó 20 personas» (Del testimonio deOmar Eduardo Torres - Legajo N° 6667 Conadep)". 

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