domingo, 11 de diciembre de 2011

Cristina! Cristina! Cristina corazón...! ♫


Nunca un país del mundo, o en muy pocos casos, vivió tan extraña situación. Nunca a un pueblo se lo había llevado a la construcción de la cultura de sentir vergüenza de la inversión e industria nacional. Nos hicieron perder la autoestima como pueblo.
Ocho años para algunos no es siquiera una pestaña de la historia, sin embargo para muchos de nosotros significan: la salida de una crisis, la reintroducción de la potencia de la política en la agenda diaria, cuando la política en este país era la mera gerencia de los grandes actores económicos. La convocatoria a la militancia activa de los jóvenes. El haber alimentado el debate democrático sobre el rol del Estado y el valor de lo público. El fin de la relaciones carnales que nuestro pueblo había contraído en el Consenso de Washington. La Contra cumbre al ALCA. La cancelación de la deuda con el FMI y el rechazo a sus directivas y presiones. La anulación de las leyes del olvido y el perdón en búsqueda de MEMORIA, VERDAD y JUSTICIA. Esto se lo debemos a ese proyecto político que empezó con NESTOR allá en el 2003 y que hoy continua con CRISTINA, esa conductora de liderazgo contundente  y socialmente representativo, con clara identidad ideológica, que tuvo una respuesta efectiva ante la crisis económica Mundial, apostando al mercado interno del país, priorizando el Rol de las Instituciones, buscando la centralidad del empleo y la recuperación por parte del Estado del Sistema Previsional, el mundo tambaleaba y la Argentina aumentaba las pensiones jubilatorias y sacaba a las calles la Asignación Universal por Hijo. Una presidenta que fortalece las relaciones con países Latinoamericanos, que se posiciona como referente del G20 y que toma la presidencia del “Foro Mundial G77+China” de manera unánime. Una presidenta que se anima a hacerle frente a las corporaciones que históricamente manejaron este país priorizando los intereses de unos pocos, llevando al congreso “la 125” e impulsando también “La ley de medios”, como así también la ley de Reforma Política, buscando la democratización de la Representación Política a través de las P.A.S.O, su incesante reclamo por la soberanía Nacional sobre las Islas Malvinas. Una presidenta que no deja de pelear ese desafío de industrializar el país para dejar de estar exclusivamente anclados en el tradicional esquema agro exportador. Una presidenta que sabe que no alcanza solamente con ganar las elecciones, sabe del esfuerzo y el sacrificio que se necesita para no desandar lo que ya se ha andado para seguir construyendo ese país que tantos argentinos alguna vez soñaron y que algunos lo pagaron con sus vidas. Una presidenta que no está sola, tiene a un pueblo orgulloso en las calles, lleno de proyectos, de ilusiones, ocupando de nuevo las plazas, en una Argentina que empieza a latir y que llena su garganta en un grito emocionado de
FUERZA CRISTINA!

martes, 6 de diciembre de 2011

Al Sur de la Frontera



Preguntas un tanto débiles y timoratas, la presunción de querer retratar un escenario que reformula los paradigmas, a partir de una visión que parte desde la lejania geográfica y el desconoimiento de la escencia ideológica de la realidad política latinoamericana; y aun así sigue siendo un producto audiovisual que coquetea con la presición y se acerca a la definición de "escencial" en cuanto paso inicial para aprehender aquello que se empezó a gestar en Cuba, resucitó en la Venezuela de Chávez y encontró un correlato reformulado en otros gobiernos sudamericanos que son al dia de hoy un viento nuevo en el esenario geopolítico, son viento del sur.

Oliver Stone falló rotundamente en su intento de querer explicarle a la masa boba estadounidense los "como" y los "por que" de auqello que hoy muchos denominana como la "patria grande latinoamericana", para ellos "Chavez es un dictador adicto, que consigue su droga gracias a Evo Morales", "Argentina está gobernada por un clan familiar" y todos los gobiernos que participan de esta nueva "unión" son poco menos que "enemigos de Estados Unidos". La mentalidad colonizada no se libera con un documental, pero si este intenta evidenciar aquello que no se entiende ni se quiere aceptar, merece ser rescatado como un esfuerzo válido.

Aquí entonces está el paso inicial, ese que sorprende y genera desconfianza si no se sabe nada más que aquello que los grandes conglmerados de la información relatan; ese que no hace mas que poner en escena lo que tantos convencidos latinoamericanos ya sabemos. Oliver Stone coloca este material al centro del debate, lo estructura de forma tal que es imposible de que convenza a los necios y lo erige como una pieza clave para quienes tienen la voluntad de asimilar la expresión de que "nuestro norte...es el sur".

Palabras desde el pulso del Compañero Chipi Merino.