domingo, 19 de febrero de 2012





Feliz cumpleaños Cristina! Desde APIE saludamos a la Conductora del Modelo Nacional y Popular, con más fuerza que nunca para todo lo que viene! Felicidades y AVANTI MOROCHA!

miércoles, 8 de febrero de 2012

Los que sí y los que no



El mensaje es claro y directo
, el tópico Malvinas es una política de Estado clave desde 2003,  gira en torno a los preceptos de memoria, verdad y justicia, y se erige como la piedra fundacional de la negativa constante al dominio extranjero por sobre lo que legitimamente es nuestro.

La noticia esta dada. La Presidenta hizo el anuncio de que Argentina denunciará al Reino Unido por llevar adelante "una militarización" del Atlántico Sur. Lo que corresponde al plano estricto de lo dicho y actuado también nos pone ante el levantamiento del secreto político y militar ( dispuesto por la última dictadura en 1982)  del Informe Rattebach, un paso fundamental para desenmascarar lo ejecutado por aquellos popes de la jerarquía militar que han quedad por sus acciones lejos del ídilico ejército de San Martín y se ubicaron en la vereda de inesperados cómplices de los pibes enviados a morir en Malvinas.

Como se llega a esto. Empezando a ver en pasos simples el justificativo claro que otorga la claridad de la historia al reclamo argentino, podemos armar un puente directo que no hace otra cosa que dotar de sobrados justificativos a lo actuado este martes por la titular del Ejecutivo nacional.

Las Malvinas fueron descubiertas en 1520, según la delimitación de tierras de las bulas papales, las islas pertenecían a España. Sin embargo, navegantes ingleses, holandeses y franceses llegaron a las islas en diversas oportunidades. En 1690, el capitán de la marina británicanavegó por el estrecho de San Carlos, que separa las Malvinas, y lo llamó estrecho de Falkland.

En 1764 hubo una ocupación francesa por parte de Luis de Bougainville, quien fundó el puerto de San Luis en la isla oriental. Los franceses llamaron a las islas Malouines, porque ése era el nombre dado a los nacidos en Saint Maló, el puerto francés de donde procedían. Los españoles obtuvieron el puerto de San Luis tras una sede de protestas y transformaron Malouines en Malvinas. En 1765, una expedición inglesa llegó a las islas y las denominó Falkland Islands. En 1770, las fuerzas de ocupación inglesas fueron desalojadas por España, que reclamó a soberanía de las islas por vía diplomática. Cuando se creó el Virreinato del Río de La Plata, las Malvinas pasaron a depender de la gobernación de Buenos Aires. Desde 1774 hasta 1810, España nombró sucesivos gobernadores para el archipiélago.

En 1776, cuando se creó el virreinato del Río de la Plata, las islas Malvinas se incluyeron en el territorio de la gobernación de Buenos Aires. Después de 1810, las islas siguieron bajo esa jurisdicción. En 1820, la fragata Argentina La Heroína fue enviada a Malvinas para tomar posesión definitiva de las islas. En 1825 se produjo un hecho significativo: Gran Bretaña reconoció la independencia Argentina y no reclamó las islas. En 1828, el gobierno de Buenos Aires otorgó a Luis Vernet, en concesión, el Puerto soledad para que construyera una colonia. Para ello, llevó a cien gauchos e indios de las pampas, hábiles en la cría de ganado.  

En 1829, Vernet fue nombrado gobernador de Malvinas. Y ese mismo año Gran Bretaña reclamó su derecho de soberanía sobre las islas, adjudicándose su descubrimiento. En 1833 esa nación tomó las Malvinas bajo su dominio, expulsando a las autoridades criollas.

Esta es la historia a medida que los siglos se fueron, luego llegaría el conflicto bélico desatado en 1982, fruto de un whisky empapado en sangre y la mente de una "dama de hierro" alejada del más mínimo indicio de sensatez.

Y aquí estamos los que si, y aquí están los que no. Lógico es pensar que en el Reino Unido la ciudadanía no ve con buenos ojos, por lo menos en su amplia mayoría, el negociar la soberanía de las Islas, después de todo nunca fue costumbre del conquistador mostrar atizbos de sensatez y reconocer lo risible que resulta el sólo hecho de querer dotar de lógica la idea de justificar el colonialismo por aquello que se genera después de ejecutado el mismo.

Paso a explicar. Se esgrime que quienes habitan las Malvinas, los kelpers, no quieren, no aceptan y no reconocen soberanía alguna de Argentina, son ciudadanos británicos, que ocupan superficie legitamente perteneciente a Gran Bretaña. Fue David Cameron quien en un mensaje directo a los ocupantes de la Isla dijo: "Vuestro derecho a la autodeterminación es la base de nuestra política".  Pura moralina y argumentación superflua.

La presencia de los actuales ocupantes de Malvinas es consecuencia de la invasión. La tierra fue usurpada, el colonialismo, en su más trágica esencia fue materializado, cualquier rastro de argentinidad se borró de esa tierra nuestra. Por lo tanto el principio de autodeterminación no puede aplicarse ante un escenario en el que el invasor vive creyendo que la tierra  usurpada es propia 

Los látigazos del análisis "extranjero". Ante lo expuesto el camino nos lleva a pensar que lo dicho por Cristina se ajusta a una realidad que se impone por el peso propio de los hechos que la componen. Pero como tantas otras veces, la tónica que bordea lo útopico está dada por la lectura que realizan medios de comunicación (los mismos de siempre), y esta se inserta en una ecuación que incluye al público cautivo que estas empresas comunicacionales tienen, que atestiguan la deformación del discurso y, en este caso puntual, reciben una lectura que por momentos parece sacada del mismo hierro cerebral de la Dama que se erigió como una Galtieri británica.

Páginas y páginas de diarios que se muestran decepcionados por lo dicho y desacreditan los anuncios de la Presidenta. Restan importancia a un discurso que a ojo de buen entendedor fue una pieza importante en materia de Geo-Política. 

No faltan quienes hablan de un "uso político" de Malvinas por parte de la Presidenta para "tapar" problemáticas sociales y económicas. Llamativo; acusan de querer tapar una realidad aquellos que en sus diarios, sus noticieros, sus revistas, sus portales y sus radios se encargan de mostrar un país en retroceso, agobiado por un regimen dictatorial, ridiculizado en el resto del mundo y poblado por un 54% de ignaros. 

La diferencia existe. Para terminar vale el sano consejo de escuchar, ver y analizar; todo es válido pero no todo es valorable. Aquí queda una idea, un pensamiento que no es mío, pero que a todos aquellos que deciden "no ser", "no estar", "no reconocer" les servirá como una guía necesaria, un norte que los traiga para el sur: "Lo Nacional es mirar lo universal desde nuestra realidad". Gracias por tanto Don Arturo.

Por Chipi Merino