martes, 7 de agosto de 2012

La lucha no claudica


Fue entregado a un matrimonio que lo anotó como hijo propio. El entregador fue un coronel retirado, primo del apropiador, quien además fue designado como padrino. Siempre supo que no era hijo biológico, aunque la historia que le contaban era que lo habían traído de la provincia de Misiones.

Una historia similar a tantas otras, que retrata el filo del odio, lo repulsivo de la mente criminal y que nos alienta a no ceder, a abrazar la democracia.

En 2001 empezó a preguntarse si podría ser hijo de desaparecidos. Recién en 2008 manifestó estas dudas a su apropiadora y le dijo que iba a acercarse a Abuelas. Luego de unos rodeos, la mujer le confirmó su sospecha: era hijo de desaparecidos y lo había entregado su padrino.

Sigue la linea de esa triste realidad que tantos argentinos han sufrido. La del joven asesinado, la del niño robado, la de una familia herida...pero nunca derrotada.

Hace poco más de un mes, Pablo Javier Gaona Miranda se animó a dar el paso hacia la verdad. Hoy es un nuevo nieto que pudo liberarse de la tortura que significa vivir bajo el yugo de la apropiación y reencontrarse con sus tíos, primos y una Abuela que siempre lo esperó.

El anuncio de este nueva identificación se da justo un año después de que las Abuelas de Plaza de Mayo informaran sobre la recuperación del nieto 105, que fue una mujer de 33 años llamada Laura Reinhold Siver, hija de Susana Leonor Siver y de Marcelo Reinhold, ambos desaparecidos.

Aún restan encontrar a unos 400 hijos de desaparecidos que fueron apropiados ilegalmente durante la última dictadura y que viven con una identidad cambiada. Para comunicarse con Abuelas de Plaza de Mayo se puede escribir un correo electrónico a abuelas@abuelas.org.ar , llamar al número (011) 4384-0983 o dirigirse a calle Virrey Cevallos 592 en la ciudad de Buenos Aires.

Lo de Pablo Javir es una caricia, un impulso para la lucha por los DD.HH. La tarea es larga, la lucha no claudica.

MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA.

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